El mundo de los toros a través del teatro

Carlos Santos Valle, Aimé Pensera,  Félix Padrón,
Verónica Mayorga, Guillermo Pilía y Jordi Mas
   La Cátedra Libre de Cultura Andaluza y el Consejo Argentino para las Relaciones con Andalucía participaron del espectáculo que se realizó el sábado 4 de agosto por el colectivo hispano-argentino MELENA en el Teatro Estudio: Todos los otros son toros (yo soy El Juli), que trata sobre el universo de la tauromaquia a través del sueño de un reconocido torero español, El Juli. La obra es un retrato imaginario del célebre torero español en el que lidia con su propio miedo, con sus fantasmas. A través del encuentro de artistas argentinos y españoles, del teatro y de la danza, la obra presenta el universo de la tauromaquia de manera onírica e inquietante.


   Todos los otros son toros (yo soy El Juli), que se presentó gracias al apoyo de IBERESCENA, cuenta con la creación e interpretación del artista español Jordi Mas y los argentinos Verónica Mayorga y Félix Padrón. La dirección y dramaturgia es de Aimé Pansera, basada en textos de Charles Baudelaire, Denis Podalydès, Claude Régy y los toreros andaluces Manuel Rodríguez “Manolete” e Ignacio Sánchez Mejías.

Jordi Mas,  Verónica Mayorga, Félix Padrón
   Formada en Buenos Aires en la escuela de Hugo Midón y luego en el Sportivo Teatral de Ricardo Bartís, Aimé Pansera viajó a Europa, donde hizo un doctorado en estudios teatrales en París gracias a una beca del gobierno francés, y continuó su aprendizaje en el Institut del Teatre de Barcelona. En esta ciudad trabajó como asistente de dirección de la compañía Raravis, mientras que Jordi Mas interpretó varios de los espectáculos del grupo. El año pasado iniciaron el proceso de investigación de Todos los otros son toros (yo soy El Juli). Con referencia a la tauromaquia, Aimé Pensera declaró en una entrevista de prensa: “No tenía mucha idea de las corridas de toros hasta que me hablaron de El Juli, un torero joven español convertido hoy en una celebridad que aparece en las revistas. El se fue a México para formarse y poder torear. Y su historia me hizo eco por la mía propia y por la de tanta gente que viaja afuera para estudiar y cumplir un sueño. Empecé a investigar sobre él y sobre el mundo de las corridas y me llamó mucho la atención que las corridas son ceremonias totalmente pautadas, con una estructura fija que se repite, como un rito. Y al igual que el teatro clásico, tiene una estructura dividida en tres tercios mientras que la obra clásica se divide en tres actos. Este paralelismo me atrajo enormemente”.

   Y sobre la relación de la tauromaquia con esta obra Aimé Pansera afirmó: “La corrida de toros supone un enfrentamiento con la oscuridad, con el animal, con lo salvaje. Nos propusimos llevar esto a un plano más personal. El enfrentamiento es del personaje consigo mismo, con el toro que él crea en un sueño. El torero crea un toro fantástico que no es más que su propio miedo. Lo cual es algo que los mismos toreros dicen. Ellos sostienen que sin miedo no se puede torear. Torear no es torear solo contra el toro sino contra las emociones más personales, contra la posibilidad de la propia muerte. El miedo es justamente el miedo a uno mismo, a los propios deseos, a los fantasmas. Toro y torero son identificables: Yo soy El Juli, Yo soy el toro”

   Finalizado el espectáculo, los directivos del Consejo y la Cátedra tuvieron oportunidad de conversar con la directora y los actores a quienes ofrecieron el apoyo institucional, por cuanto la obra apunta a los mismos fines que el Aula de Taurología “Ignacio Sánchez Mejías” con que cuenta la Cátedra.