Reconocimiento a Manuel García Ferré


Alejandro Salamone, Manuel García Ferré, Guillermo Pilía y Carlos Santos
     La Cátedra Libre de Cultura Andaluza y el Consejo Argentino para las Relaciones con Andalucía declararon Miembro de Honor de ambas instituciones a don Manuel García Ferré “por su invalorable contribución a las artes gráficas y la difusión de los valores universales de la cultura andaluza, en nombre de todos los niños que de la mano de sus personajes lograron convertirse en hombres de luz”, según reza el diploma que le entregaron Guillermo Pilía y Carlos Santos Valle en su estudio en la ciudad de Buenos Aires el día 9 de octubre. La visita tuvo también como objetivo conversar con el artista sobre el homenaje que le tributará la Municipalidad de La Plata el próximo 10 de noviembre en la República de los Niños, a partir de la propuesta realizada por ambas instituciones a las autoridades municipales.
Carlos Santos, Manuel García Ferré y Guillermo Pilía
     Manuel García Ferré nació en Almería, Andalucía, el 8 de Octubre de 1929. A los 6 años sufrió el horror de la guerra civil española y la sangre derramada y le quedó como idea tratar de sembrar bondad como mensaje principal. A los 15 años, había hecho su primera exposición de dibujos, grabados y acuarelas. Llegó a Argentina a los 17 años con sus padres. Posiblemente de su madre, que pintaba al óleo, heredó el amor por el arte, que en su caso se canalizó por el dibujo. Se considera un autodidacta, reconoce que su interés por las artes plásticas empezó cuando era muy chico, que su madre, pintaba y él la observaba y trataba de imitarla. Más tarde, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería, cayeron en sus manos tres volúmenes ilustrados por Gustave Doré, y el tratar de reproducir las obras del francés lo hizo muy meticuloso como artista, aunque también influyó el hecho de que siempre le gustó la matemática. Otro elemento que alentó su vocación y le dio confianza fue que al realizar su primera muestra, a los 16 años, tuvo una nota elogiosa de Eugenio d´Ors.
Fotograma del filme de animación 'Soledad y Largirucho'
     En 1947 García Ferré emigró a la Argentina, donde trabajó en agencias de publicidad, mientras estudiaba en la facultad de Arquitectura de la UBA. Paralelamente, recorría con su carpeta de dibujos las redacciones de las revistas. En 1952 su personaje Pi-Pío fue aceptado en la revista “Billiken”. Pi-Pío vivía en un pueblo llamado "Villa Leoncia", lugar donde aparecerían por primera vez otros personajes que se volverían famosos, Oaky e Hijitus. Durante más de 30 años García Ferré editó la revista infantil “Anteojito”, nombre tomado del personaje que se había hecho popular con anterioridad, protagonizando una serie de dibujos animados publicitarios para la televisión. En 1967 estrenó en televisión la serie de dibijos animados “Hijitus”, que se transmitió diariamente hasta 1974. Fue la primera serie televisiva de dibujos animados de la Argentina y la más exitosa de América Latina, en toda su historia. Realizó exitosas películas para niños de dibujos animados como “Trapito”, “Mil intentos y un Invento”, “Ico: el caballito valiente”, “Pantriste” y “Manuelita”, entre otras. En 2009 la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires lo declaró ciudadano ilustre y participó con un original del su personaje Hijitus en la muestra "Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico" que el Museo del Dibujo y la Ilustración realizó en el Museo Sívori, homenajeando a los más importantes creadores del Humor Gráfico en Argentina a través de su historia.